San Antonio bendito, ramo de flores,
y a los descoloridos nos den colores.
A la señora María
todo dulce le gustaba.
Yogur natural le traje
para merendar un día y dice:
niño, eso no se hace.
Aunque a veces yo le hacía
sin quererlo la puñeta,
menuda ilusión me daba
si el domingo me ganaba
la paga de cien pesetas.
Abuela por ir a la fuente
me he pinchado con las matas.
Menudo nieto coñazo,
que tu te rompiste un brazo
por dejarme sembrar patatas.
La gente maleducada
que poca gracia le hacía.
Sin más que me levantaba
de la cocina me echaba
por no decir buenos días.
Pocas cosas más recuerdo
esa pena no se escapa.
Siempre quise conocerte
un poco más y decirte,
que eras la abuela más guapa
San Antonio bendito, ramo de flores,
y a los descoloridos nos den colores.